(Por Spoilers, Advertencia Disclaimer , Calificación, etc. Buscar en la primer parte)

 

CAPITULO 3.- Mi hermosa niña

Dawn despertó al medio día, se levanto y se dirigió a ducharse, mientras se lavaba seguía pensando en Willow, quien había pasado una mágica noche junto a Tara.

Al salir se retiro a su cuarto, se vistió con una playera rosa pegada al cuerpo y un pantalón de cuero negro.

Salió a la calle, el pasear le ayudaría a despejar su mente; en el camino vio muchas parejas en el parque, y se imagino a ella misma con Willow; pero siempre se aparecía el rostro de Tara.

En ese momento, el vampiro Willow estaba oculto en el parque, intentando dormir un poco, no podía salir al exterior en ese momento, por lo que aparco el auto debajo de la sombra producida por muchos árboles.

Poco a poco, el sol desaparecía; no es que la noche cayera, una tormenta se aproximaba y no tardaron en caer las primeras gotas de lluvia.

Willow se sintió segura para salir del auto, la lluvia le refresco en sobremanera, sus recuerdos seguían confusos, sus emociones excitadas y uno de los rostros que veía constantemente comenzó a brillar; Dawn.

Sabia que estaba cerca, podía olerla, podía sentirla, y eso hacía que su deseo por poseer ese pequeño cuerpo acrecentaran; se dio a la empresa de buscarla, no tardo mucho en encontrarla llorando en un lugar apartado de la lluvia:

(Willow V).- ¿Dawnie?

Dawn no daba crédito a lo que veía, Willow allí, bajo la lluvia, hablándole, haciéndose sentir; Dawn podía sentir su aliento, y le encantaba.

(Dawn).- ¿Willow?..., Hola, pensé que estabas con...

(Willow V).- Ahora estoy contigo lindura; eso no cambiara

(Dawn).- ¿Conmigo?, a que te refiere...

No pudo acabar de hablar, un beso tierno la detuvo; sabía que actuaba mal; pero le gustaba sentir esa batalla entre ambas lenguas.

El vampiro se separo, Dawn permaneció unos segundos mas con los ojos y la boca entreabiertos

(Dawn).- ¿Qué fue eso?

(Willow V).- ¿Te gustó?

(Dawn).- Mucho, pero...

(Willow V).- Shhh, no digas nada; vamos a otro lugar

(Dawn).- En mi casa no hay nadie, podríamos...

(Willow V).- No se diga mas

Se quito su chamarra y se la coloco a Dawn:

(Willow V).- Vamos a mi auto

En el camino, Dawn no podía dejar de besar al vampiro, quien correspondía plenamente  a sus caricias.

Se dirigieron a la casa; antes de entrar se comían a besos; los sueños de la quinceañera se hacían realidad; Willow en ningún momento mencionaba a Tara:

(Dawn).- Ya... llegamos

(Willow V).- Bien..., invítame

(Dawn).- Claro..., pasa

Al poder entrar, los instintos de vampiro le hicieron reaccionar; pero al ver eso ojos tiernos, frágiles y al pensar que ese lindo cuerpecito virgen seria suyo, no quiso echarlo a perder

Willow Vampiro le comenzó a besar el cuello, a lamerlo, mientras Dawn se sentía extasiada, nunca imagino que su amor algún día se fijara en ella.

Dawn quiso tener un papel menos pasivo en la relación, comenzó a acariciar sus pechos, lo que hizo que Willow Vampiro dejara escapar un leve gemido; El vampiro comenzó a subir la playera de la chica, y en un ágil movimiento logro quitársela

Dawn era ya toda una mujer, sus formas estaban perfectamente definidas, la playera logró acentuarlas; ahora sus pechos se encontraban cubiertos por la suave tela del ceñidor.

Acaricio los juveniles pechos de la niña, quien gemía de placer; era su primera vez, independientemente de con un hombre o una mujer, era su primera vez, y por suerte, era con la mujer de quien se sentía perdidamente enamorada.

Willow Vampiro logro quitarle el sostén, los pezones color rosa claro de la jovencita estaban erectos, lo que hizo que Willow Vampiro se sintiera tentada a morderlos, no puso mucha resistencia; los comenzó a masajear bucalmente, mientras Dawn acariciaba la cabeza pelirroja, que emitía suaves perfumes, los cuales hacían emocionar a la chica.

Willow se detuvo, la cargo en brazos y la llevo a la recamara que le perteneció alguna vez a la pareja de chicas bruja.

Las palabras no eran necesarias, y Dawn no quería hablar, quería sentir a su ahora amante.

Dawn se quiso involucrar un poco en la relación, comenzó a quitarle la playera a Will Vampiro, quien le ayudo un poco; le quito el pantalón y las pantaletas; al cabo de un minuto, ambas estaban totalmente desnudas.

Will llevo su mano hasta el nacimiento del sexo de Dawnie, comenzó a acariciarlo con dos dedos, lo que hizo a Dawn gemir; la niña tomo esa mano y la dirigió a su boca.

(Dawn).- No hay mejor manera de probarme, que a través de ti

(Willow V).- ¿Te gusta?

(Dawn).- Me gusta mucho

Ambas se recostaron; por alguna razón, Willow Vampiro sentía afinidad con esa pequeña, quien se le entregaba sin preguntar, solo movida por el amor que tenia hacia su contraparte humana.

Will la beso tiernamente por primera vez en el tiempo en que están juntas, mientras la tormenta azotaba las ventanas, en poco tiempo comenzó a relampaguear; eso no hizo que su pasión aminorara.

El vampiro se coloco arriba de Dawn, coloco una pierna en la entrepierna de Dawnie, y con una mirada le indico que se juntara; Dawn lo hizo sin dudar, levanto una pierna y la coloco a la entrada del sexo de Willow Vampiro.

Comenzaron a estimularse, ambas estaban húmedas, lo que hacía que la fricción fuera MUY placentera.

Dawn, al igual que su amante, sentía como el orgasmo se acercaba, quería poner resistencia, aguardar un poco mas, pero no lo logro; exploto al cabo de unos minutos; Willow lo noto, lo que hizo que ella también desembocara en un orgasmo.

Todo parecía normal, por lo que en sus recuerdos se encontraba; ella era lesbiana totalmente; sabía que su forma malévola (ella) fue creada para hacer cumplir la catástrofe; pero se sentía..., ¿cómo decirlo?, mal.

Estaba ahí, había explotado junto a su pareja, había durado poco, cierto; pero lo había hecho con una mujer. ¡Eso es!.

No era su pareja, era una aventura con una niña a quien su parte humana apreciaba, pero no sexualmente ni con amor de pareja

Rápidamente se levanto, se vistito y se fue, espero que la lluvia le limpiara el recuerdo de aquella, aunque descaminada, mágica noche; aun con la falta de un alma en su cuerpo, sentía que hizo mal; la lluvia la hizo entrar en “razón”, y pudo pensar en una forma de dejar de sentir ese dolor; limpiarse, con Tara.